El Teatro de Flores se ha convertido en una especie de templo donde los sueños se hacen realidad. Así, con el paso de varias bandas que creíamos jamás poder ver en vivo, llegaron los de Orange County por primera vez a nuestro país con tres funciones totalmente agotadas y cerrando una noche de domingo, impecable.
Siempre los “últimos” shows parecen tener un elemento extra y más allá de que la eterna espera de que los Social Distortion visitaran Argentina se había materializado, la idea de lo irreal parecía seguir flotando en el aire. Si, Mike Ness & Cia cerraron su paso por Buenos Aires con una serie de shows que quedaron en la retina de los fans, tan tatuados como sus cuerpos.
Cerca de las 9pm y con el lugar “Sold Out” los encargados de la previa dieron su presente para entretener la escena. Los Peyotes y su Garage “Bdaaaaaaaaaa” Punk agitaron el escenario con su música extravaganza. Entre inquietos y revolucionados encontraron la vuelta para mantener la energía y exprimir algún cerebro de la mano de sus pegadizas canciones.
Caras de más de treinta años en su mayoría, entre sonrisas y ansiedad, que todavía no podían creer estar cerrando un ciclo, siguieron sumándose a lo que fue una noche de alto voltaje. Con las 10pm y todavía las puertas abiertas habilitando, una voz en off –y con el telón bajo todavía- advirtió que ante algún elemento que arrojaran al escenario o el clásico “escupitajo punk”, la banda dejaría de tocar.
Con los códigos Old School instalados, la buena educación del público agitó el comienzo a pleno de hits y esencia punkrocker. Con un increíble frontman como Mike Ness (que salió a escena tapado con su bandolera, cual lejano oeste) volcando todo su estilo y sus 30 años de carrera, disparó su mejor pose de líder carismático. El californiano, único sobreviviente desde los inicios, fue centro de atención con su voz y su pose pendenciera. Actitud, le dicen por ahí.
La montaña rusa de los hits punkrockers (uno tras otro, sin dejar lugar al aburrimiento) lógicamente pasó por las mejores canciones de la banda. Con un combo letal al principio de “Road Zombie”, “Under My Thumb” –cover de los stones- “Bad Luck” y “Dont Drag me down” se había instalado el concepto de que la noche sería inolvidable.
Sorprendidos por la respuesta del público, la energía desde el escenario se retroalimentaba con los fans –motivadísimos- generando un ida y vuelta que transmitía, mas allá de sonidos. Con momentos de contundencia y energía, mezclados con melodía y punteos de guitarra, no faltaron “Prison Bound”, “Ball and chain”, “Sick boy”, “Reach for the Sky”, “Cold Feelings” y “Gotta Know the Rules” entre tantas otras favoritas.
Ya sobre el final, “The Story of My Life” la canción-himno más esperada, dio el casi cierre de la presentación, que se llevaría un bonus (luego del saludo final y regreso al escenario de la banda) con el cover de Johnny Cash “Ring of Fire”
Convertidos en realidad, los Social Distortion dejaron en su paso por Buenos Aires, más que sonrisas y sueños cumplidos. Además de demostrar que en nuestro país tienen un lugar instalado en la escena, se llevaron la certeza que están tatuados en el sentimiento y la piel de sus fans… y en la historia de la vida de muchos.-